Kruok, Burundi

Casi todo el café de Burundi es de la variedad Bourbon, que está estrictamente controlada por el gobierno por razones de calidad. Debido al tamaño cada vez más reducido de las fincas cafeteras, los cafetos envejecidos son un problema muy importante en Burundi. Muchos caficultores tienen cafetos con más de 50 años, pero con un terreno pequeño para cultivar, es difícil justificar que estén completamente fuera de producción durante los 3-4 años que tardarán las nuevas plantaciones en empezar a producir.

A pesar de la ubicuidad del cultivo del café en Burundi, la baja productividad es una tendencia predominante. El pequeño productor tiene, por término medio, unos 300 árboles, generalmente en su patio trasero.

La industria del café en Burundi siguió siendo gestionada por el sector público hasta principios del siglo XXI, cuando el gobierno local privatizó algunos elementos de la cadena de producción de café, como los molinos secos y las estaciones de lavado. Como resultado de este cambio relativamente reciente, junto con la inestabilidad política del país, hoy en día hay muy pocas empresas extranjeras involucradas en el sector del café en Burundi.

Actualmente, la industria del café en Burundi está impulsada por unos 2 millones de pequeños caficultores que producen más del 80% del total de las exportaciones de café del país. Para poner esta cifra en perspectiva, considere que la población total de Burundi es sólo un poco menos de 11 millones de personas, por lo que estos pequeños caficultores representan casi una quinta parte de la población total.